Beignets à la ricotta

Beignet ricotta 01

 

La receta que os presento a continuación la he descubierto en el recetario de mi abuela materna con el nombre italiano Frittelle di ricotta (buñuelos de ricotta), por lo que deduzco que se la enseñó su suegra (mi bisabuela, que era italiana), aunque no lo sé con seguridad porque no es un dulce que haya hecho antes mi abuela o mi madre. Los pocos recuerdos que tengo de mi bisabuela son los de una mujer muy mayor, de pelo blanco, que vestía una bata con flores, que hablaba con un acento italiano muy pronunciado y a la que llamábamos mémé Sbordone (abuela Sbordone, así se apellidaba). El libro de recetas de mi abuela es un pequeño tesoro que heredé cuando falleció. Está repleto de recetas y anotaciones, a veces difíciles de descifrar, que mi abuela fue apuntando a lo largo de toda su vida en Argelia y en Francia. Como os he dicho, no estoy del todo seguro del origen de esta receta, pero me gusta pensar que es una de esas recetas que se transmiten de generación en generación, que mi abuela aprendió de su suegra y que hoy está en manos de su nieto.
Ésta es la receta tal y como la apuntó mi abuela. La hice un par de veces y son unos buñuelos muy ligeros e increíblemente ricos, con toques de cítricos y vainilla. Es mejor comérselos cuando aún están calientes para que se queden crujientes por fuera y esponjosos por dentro. ¡De todos modos tampoco os dará tiempo a que se enfríen de lo buenos que están!

♦ RECETA ♦

200 g de queso ricotta
80 g de harina de trigo
(de Maizena si eres intolerante al gluten)
50 g de azúcar (blanco o moreno)
2 huevos
2 cucharillas de levadura en polvo
2 cucharillas de extracto de vainilla
2 cucharadas soperas de Cointreau
La ralladura de una naranja
La ralladura de medio limón
Una pizca de canela en polvo
Una pizca de sal
Aceite vegetal para freír
Azúcar glas para decorar

En un bol, mezclar los ingredientes secos, es decir la harina (o Maizena), el azúcar, la levadura, la canela y la sal. Reservar. En otro bol, batir los huevos enteros con el queso, las ralladuras de los cítricos, la vainilla y el Cointreau.
Añadir los ingredientes secos a la mezcla anterior y batir hasta obtener una masa lisa. Reservar en la nevera.
Mientras tanto, calentar a fuego medio-alto el aceite en una cacerola o en un cazo mediano. Cuando el aceite alcance la temperatura ideal, coger un poco de masa con la ayuda de una cucharilla de las de café y, con el dedo, dejar caer la masa en el aceite caliente con cuidado de no quemarse. Al cabo de unos 30 segundos, los buñuelos se dan la vuelta solos, signo de que el aceite está en su punto. Dejarlos 30 segundos más en el otro lado (o hasta que estén doraditos), sacarlos con una espumadera y colocarlos encima de un plato cubierto de papel absorbente. Proceder en varias tandas para que el aceite no se enfríe.
Cuando todos los buñuelos estén hechos, espolvorearlos con azúcar glas y degustar inmediatamente. Los más golosos pueden incluso mojarlos en chocolate caliente…

Beignet ricotta 02

♦ CONSEJOS Y TRUCOS ♦

  • Tengo la suerte de vivir en una gran ciudad y al lado de una tienda de productos gourmet italianos, por lo que he podido conseguir queso ricotta de calidad. Por supuesto podéis comprar el que venden en los supermercados, o incluso requesón o queso de Burgos si no encontráis ricotta.
  • Para saber si el aceite está en su punto tenéis dos opciones: podéis introducir un palillo de madera en el aceite: si se forman burbujitas alrededor del palillo, el aceite ya está. También podéis introducir un poquito de masa en el aceite: si sube enseguida a la superficie, ya está listo. En cualquier caso, el aceite no tiene que humear.
  • Por su tamaño, esos buñuelos se comen de un bocado (con las proporciones que os doy salen unos 50). A mí me gustan así, pero si queréis obtener buñuelos más grandes, podéis usar una cuchara grande o incluso una cuchara de helado o un sacabolas. En este caso, tendréis que freírlos más tiempo a una temperatura más baja.

Beignet ricotta 03

 

Mi bisabuela y mi madre, en el año 1979.

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11 pensamientos en “Beignets à la ricotta

  1. Pingback: Bunyols de mató | MassaMassa

  2. Ahora tengo claro de dónde viene la dulzura, y la belleza de tu mirada, de tu Madre y tu Abuela, esa ternura que cobija y que aún recuerdo y guardo como un tesoro en mis recuerdos. Los sabores y aromas que desprende cada receta, es un regalo Sylvain, quizás no te des cuenta, o sientas que son solo palabras, pero tu sabes regalar cariño y quedarte en el corazón de los que alguna vez hemos tenido la suerte de sentir un abrazo sincero en una noche fría de Madrid.

    La receta como siempre, ya sabes que la haré, porque soy fan del requesón(ricotta) y porque cada receta tuya me acerca a tu cocina y tu arte en cada imagen.

    Vibra bonita!!!

    • Gracias querida Mayte. Mientras preparaba la receta, se me vino a la mente que tenía una foto de mi bisabuela con mi madre, y pensé que no podía dejar de compartirla en el blog. Para mí la cocina va más allá de una receta. Muchas veces hay historias bonitas detrás y esas historias de vínculos familiares y, en definitiva, de amor, hay que contarlas. Gracias por leerlas con tanto cariño.

  3. Genial!!! Siempre te estoy halagando pero es que me gusta taaaaaanto tu blog. La introducción consigue evocar esos momentos tan entrañables que surgen en la cocina con la familia, generalmente con las madres y las abuelas, has conseguido transportarme a ese calor del hogar con tu abuela y tu bisabuela. Las recetas son tan ricas, que incluso muchas de ellas las he incorporado a mi propio recetario; no todas las he probado, pero las que sí, puedo asegurarte que son una delicia. Las fotos son una pasada. Cada día haces mejores fotos, amigo mío. Y me gusta mucho. Me enorgullece.
    ❤ ❤

    • Lo maravilloso de tener un blog es que la gente te siga, te lea y disfrute haciendo tus recetas. Pero una de las cosas que más me enorgullecen a mí es haber encontrado en ti una amiga. Eso no tiene precio.

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