Mouna

IMG_3271

 

La receta de esta semana habla de mis raíces y hoy os voy a contar un poco más sobre ellas.
Gran parte de mi familia materna, incluidos mi abuelo y mi madre, nacieron y vivieron en Hussein Dey, un municipio de la ciudad de Argel. Mi abuela materna se fue a vivir allí al poco tiempo de casarse, es decir muy joven. Argelia (en aquel entonces colonia francesa) era un país en pleno apogeo económico que atraía a muchos emigrantes de todo el Mediterráneo. Muchos franceses, españoles, italianos, libaneses, etc., no tardaron en intercambiar sus recetas con los árabes, dando origen a un patrimonio culinario de una gran riqueza que todos llevaron consigo cuando regresaron a su país de origen tras la Independencia de Argelia en la década de los 60.
La mouna (mona de Pascua) es sin duda el dulce de origen español más representativo de la cocina de los pieds-noirs (literalmente «pies negros», es decir ciudadanos de origen europeo que residían en la Argelia colonial).
En mi casa era tradición comerla en Semana Santa. Solía prepararla una de mis tías-abuelas, Lucette, a la que todos adorábamos por su dulzura y su bondad. Recuerdo perfectamente estos momentos. Como vivía lejos, venía en tren a visitarnos cargada de dulces: oreillettes, mounas, montecaos (otra influencia española), etc. A veces también preparaba las mounas en mi casa con mi madre, y yo me sentaba en la cocina mirándolas y escuchándolas a las dos, observando atentamente todos sus gestos y disfrutando de los olores a anís y a naranja. Aún conservo la receta de mi tía abuela Lucette, escrita de su puño y letra, y hoy la quiero compartir con vosotros. Espero que la disfrutéis tanto como yo.

♦ RECETA ♦

500 g de harina
125 g de mantequilla blanda
110 g de azúcar blanco
3 huevos medianos
Medio vaso de leche
25 g de levadura fresca de panadería
La cáscara y el zumo de media naranja
La cáscara de medio limón
Una cuchara sopera colmada de té de jazmín
(o una bolsita)
Anís estrellado

La víspera, preparar la masa.
Sacar la mantequilla de la nevera.
Calentar la leche; cuando rompa a hervir, introducir el té de jazmín junto con 2 estrellas de anís y dejar infusionar hasta que la leche esté fría (tapar el vaso con papel de aluminio).
Colar la leche infusionada y volver a templarla en el microondas durante 20 segundos. Desmenuzar la levadura, disolverla en la leche templada y dejarla reposar unos cinco minutos hasta que espume.
En el bol de un robot amasador, introducir la mantequilla blanda cortada en trozos con el azúcar y las cáscaras de los cítricos. Batir bien y añadir los huevos uno a uno. Una vez todos los huevos incorporados, añadir el zumo de media naranja y batir. Cuando todo esté bien mezclado, añadir la harina con la levadura disuelta en la leche aromatizada. Amasar a velocidad lenta durante 5 minutos y a velocidad alta durante 5 minutos más.
Tapar el bol con papel film y dejar reposar la masa toda la noche en la nevera.

IMG_3220

Al día siguiente, sacar la masa y amasarla con las manos un par de minutos para quitarle el aire. Dividir la masa en varias porciones, formar bolas (u otra forma) del tamaño deseado, y colocarlas encima de una placa cubierta con papel de horno. Dejarlas levar durante 2 horas en un lugar caliente y sin corrientes de aire.

IMG_3281
Transcurrido este tiempo, precalentar al horno a 180 ºC.
Con la ayuda de una brocha, embadurnar las monas con leche fría y espolvorearlas generosamente con azúcar. Hacerles un corte con un cuchillo bien afilado.
Hornear durante 30 minutos. Seguidamente, dejar enfriar las monas encima de una rejilla.

IMG_3274

♦ CONSEJOS Y TRUCOS ♦

 

  • Si, como a mí, os gusta mucho el sabor del anís estrellado, podéis triturar en un mortero una estrella de anís con un poco de azúcar y añadirlo a la mantequilla junto con las cáscaras de los cítricos. Como siempre, podéis utilizar las especias que más os gusten. La canela y la vainilla van muy bien.
  • Para esta cantidad he hecho 3 monas. También se puede dividir la masa en porciones pequeñas para hacer monas individuales. En este caso, quizás haya que reducir el tiempo de cocción en el horno. Para comprobar si las monas están hechas, utilizar un palillo.

IMG_3272

  • Ésta es la receta original de mi tía-abuela. He respetado las proporciones, pero le he añadido té de jazmín porque creo que potencia el sabor del anís. También he utilizado levadura de panadería en vez de levadura de cerveza, que se usaba antiguamente y que ya no se encuentra.

IMG_3273

26 pensamientos en “Mouna

  1. Pingback: Cruffin de masa madre - El Gourmetier

  2. Bonjour, en faisant des recherches sur le pain (au levain) je viens de découvrir sur le web votre page FB et votre blog, les pains et les photos sont magnifiques, bravo!!! Cette recette de Mouna me tente beaucoup, d’autant plus que l’écriture figurant sur la photo de la recette initiale ressemble comme deux gouttes d’eau à celle de ma mère, c’est très surprenant et troublant.
    Continuez à vous/nous régaler 😉
    Jean-Marc

    • Bonjour Jean-Marc. C’est toujours très émouvant de réveiller des sensations et des souvenirs chez d’autres personnes avec une simple recette. Je te remercie pour ton commentaire !

  3. Pingback: Cruffin au levain | dulcetradiccion

  4. Hola!!!! Igual la receta de tu tia abuela se la dio mi abuela, aunque ella nacio en Orán, :).
    Ayer y hoy es el día de hacer monas para comerlas mañana en la merienda. Yo compre una la semana pasada y mañana haré las torrijas con ella. Un abrazo y feliz pascua.

  5. Me encanta!!! Precisamente yo esta semana también voy a publicar una mona tradicional, pero desde luego no es de mi familia…eso si que tiene valor, sylvain..y está fantástico que la hayas recuperado. Te ha quedado preciosa!

  6. Mi querido Sylvain, una vez más me encanta leer tu receta. En esta ocasión me has llevado a mi infancia porque en el Levante es una tradición comer la «mona» en semana santa. La receta es semejante y además se le pone un huevo enmedio. Hace ya años que no tomamos mona porque aquí en Málaga eso no se usa. Hoy me has devuelto a mi niñez!!! Gracias, gracias, gracias
    I miss you!!!

    • Gracias Raúl, es ciertamente una joya y si te digo la verdad, no he encontrado ninguna razón para no compartir la receta original. Eso sí, ¡los recuerdos de los gestos, de los olores, de las miradas y de las palabras sólo son para mí!

  7. Bonita historia. Riquísima la mona. Comerse un buen trozo es como montarse en una máquina del tiempo. Me sumo a las felicitaciones y voy a la cocina a coger más.

  8. No sé cómo lo haces pero me gustan tanto las recetas como su historia que narras tan bien!
    Enhorabuena…una vez más
    Mariajo

Deja un comentario